Leyendas I : 8 La huída, el encuentro y el obligado regreso.

Con gran dificultad he conseguido venir hasta aquí para poder contaros esta leyenda, espero que comprendáis el esfuerzo que esto supone para mí .
Ella andaba con dificultad por la calle principal del pueblo, ni una sola luz iluminaba su camino lo que dificultaba más sus pasos.
No sabía que horas de la mañana eran , o si la ausencia de luz en ese pueblo se debía a otras razones.
Llevaba 3 días caminando sin rumbo alguno, huyendo de algo , no sabía muy bien qué .
Cansada cayó al suelo y no se pudo levantar porque la piernas ya le fallaban.
Se quedó tumbada en el suelo mirando a su alredor sin poder ver nada, pues esa noche no había ni luna.
Cuando despertó con los primeros rayos del sol, pudo ver varias casitas a su alrededor, pero no parecían habitadas.
Entró con cautela en una de las casas, el polvo y las arañas la habían invadido.
Probó en el resto de las casas , pero al parecer hacía meses que nadie habitaba el pueblo.
Pensó que allí estaría a salvo de su perseguidor, así que se puso a limpiar la casa en mejor estado que encontró .
Tuvo faena para días, pero la casa empezaba a parecer lo que era, también se puso manos a la obra con el pequeño huerto de la parte trasera de la casa.
Los años pasaron y ella vivía tranquila en su pequeña casa , sobreviviendo de la agricultura y la ramadería; sin comunicarse con ningún otro ser humano.
Pero pronto descubriría cuál fue la causa de encontrar ese lugar sin vida.
Una noche le pareció ver en el inmenso bosque que rodeaba toda la aldea, pero pensó que era su imaginación.
Tres días más tarde , vió unos pasos que no eran de sus zapatos por el polvoroso suelo, empezó asustarse; pero quizás sólo eran los viejos habitantes de la aldea que volvían a su hogar. No iba mal encaminada pues en cierto modo era eso. Al igual que ella, ellos venia huyendo de algo, pero de algo muy distinto. Una maldición que venía arrastrando todos los miembros de su família y que en las noches de luna llena hacía su aparición.
Eso les había hecho abandonar la aldea, pero también tener que regresar a ella; pues guardaban la esperanza de poder romper su condena.La mujer insconciente de todo aquello continuaba con su vida cotidiana ; cuidando de sus animales, las plantas y manteniéndose con vida.
Echaba de menos el contacto con otras personas, y cuál fue su sorpresa cuándo vió aparecer una mula y dos granjeros que pasaban por la zona camino de la ciudad.
Ella les dio asilo, y ellos le explicaron que hacía muchos años esa aldea tenía mucha vida, porque cada tres años se celebraba un concurso en al ciudad y todos los campesinos estaban obligados a pasar por ese lugar.
Pero hacia tres años atrás, se empezaron a oír rumores de criaturas sobrenaturales que salían en las noches de luna llena, y aprovechaban que el pueblo tenía más habitantes de lo habitual para atacar.
Quieras o no , los rumores hicieron que la gente del pueblo se marchara.
Dejándolo convertido en un lugar fantasma , sólo habitado por alguien muy de vez en cuando.
En los días siguientes , la aldea empezó a recuperar su vida , puesto que más
viajantes llegaban de camino a la ciudad buscando reposo.
Pero para desgracia de ella , esa noche había luna llena.
Nada más salir la inmensa luna , escuchó a lo lejos el aullido de un lobo, pero era extraño nunca había habido por la zona.
Instintivamente se encerró en casa con llave y cerró todas las ventanas, creyendo que así impediría que cualquier animal entrara.
Pero cuál fue su sorpresa cuando se disponía a cerrar la última ventana , cuando vió a un hombre huyendo de unos lobos inmensos. Sin pensarlo dos veces , fue corriedo a la puerta para poder dar asilo al hombre.
Ésta se vió muy sorprendida al ver que el hombre pedía permiso para poder entrar incluso en tal situación.
Cuándo los licántropos entraron , sólo quedaban las sombras que el vampiro había dejado.
Quizás es la leyenda más corta que he contado, pero no me queda mucho tiempo.

No hay comentarios: